Gordas Cinéfilas Time (III): Rubinrot

Ficha técnica:

Título: Rubí

Título original: Rubinrot

Dirección: Felix Fuchssteiner

Año: 2013

Duración: 121 min.

Género: Fantástico, Romance,Aventuras.

Reparto: Maria Ehrich, Jannis Niewöhner

Guión: Katharina Schöde (Novela: Kerstin Gier)

Sinopsis y trailer:

En casa de Gwendolyn Sheperd nada ni nadie es del todo “normal”, empezando por su excéntrica (¡y cotilla!) tía abuela Maddy, que tiene extrañas visiones, pasando por Lucy, que se escapó de casa hace 17 años sin dejar rastro alguno... Y para acabar, también está Charlotte, su encantadora y (rabiosamente) perfecta prima, quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá viajar en el tiempo. Pero un increíble secreto está a punto de salir a la luz: la portadora del misterioso gen para viajar a través del tiempo no es Charlotte, ¡sino la propia Gwen! Ella es, en realidad, la duodécima (¡y la última!) viajera en el tiempo y se dice que cuando su sangre se una a la de los otros once viajeros, se cerrará el misterioso “Círculo de los doce”. Para obtener más información, Gwen deberá viajar al pasado y por suerte o por desgracia, no lo hará sola: la acompañará el undécimo viajero en el tiempo, el arrogante, atractivo y sarcástico Gideon, con quien va a vivir algo más que una peligrosa carrera a través del tiempo…

Opinión personal:

Maka y yo habíamos leído la trilogía, así que engañamos a Rave para ver la adaptación cinematográfica del primer libro. La idea original  era verla en alemán, para hacer oído, pero tuvimos algún problemilla y al final la vimos en ruso. Sí, en ruso con subtítulos al español.

La película empieza con una absurda persecución. Un grupo de sectarios con capuchas de ciertopelo sigue a una pareja hasta un monasterio, donde utilizan un misterioso artefacto y desaparecen. Dieciséis años más tarde conocemos a Gwen y su insufrible prima Charlotte, la portadora de un gen que le permite viajar en el tiempo.

Después de haber entrenado a Charlotte durante toda su vida y hacerle pasar por rituales dignos de los Canteros, Gwen hace un par de accidentados viajes al pasado y descubre que ella es la portadora del gen.

Os presentamos el traje de monja voladora

Así conoce al melenudo Gideon con el que empieza una relación de amor-odio mientras realizan las misiones que les encarga la Logia y descubren que hay gato encerrado en sus propósitos. Nada es lo que parece, Gwen posee más poderes de los que se imagina y tiene que evitar que lo descubran. Conforme avanza la película la trama se complica más y más hasta el final que os dejará con ganas de segunda parte si no habéis leído los libros.

*Cejas**Cejas*

Podría hablar de muchas cosas. Podría hablar de la libre interpretación de la descripción de los personajes. Podría hablar de como se notan las escenas que están rodadas en Londres y las que no. Podría hablar de como la Logia ha pasado a ser una especie de secta rara con comedores dignos de Iluminati.

Hola, me llamo Leslie y soy rubia y pecosa.

Pero no todo es tan terrible como parece. Los diálogos siguen siendo divertidos, las escenas de acción están aceptablemente grabadas y la trama es interesante. Continuamos teniendo las escenas de amor-odio entre Gwen y Gideon y mejoradas.

La banda sonora pega perfectamente con la película, y, si olvidas lo raro que suena el ruso al no estar acostumbrada a escucharlo, puedes concentrarte bien en la trama.

Es una película perfecta para ver y entretenerte, no hace falta que hayas leído el libro. Y si es en compañía, mejor, los comentarios ingeniosos de grupo suelen mejorar las cosas. Ahora a esperar la segunda, que la entrenan en Alemania este verano.

James August Peregrin Pimplebottom, el fantasma del instituto 

Delicatessen de buena gorda cinéfila:

Una receta fácil para quedar bien con los amigos en alguna sesión de cine o como receta para tardes de estudio es la de palmeritas. Coger un paquete de masa brisa, de venta en cualquier supermercado, extenderlo y doblar las dos esquinas hasta que se unan. Repetir hasta que tengáis un rollito y cortar en tiras. Extender las tiras sobre una bandeja de horno con papel y untarlas con huevo por ambos lados. Podéis añadirles azúcar o dejarlas tal cual para bañarlas luego en chocolate. Las metéis al horno unos 15 minutos a 180 grados y tenéis la merienda ideal.